Este
plan va en concordancia con lo establecido en el artículo 236, numeral 18 y en
el artículo 187, numeral 8 de la constitución nacional con el fin de que “surta efecto jurídico y
sea de obligatorio cumplimiento en todo el territorio de la República
Bolivariana de Venezuela”; siendo una planificación bien estructurada con
ciertos objetivos a ejecutar entre el periodo 2013-2019, donde se encuentra: defender, expandir y consolidar la
Independencia Nacional; continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del
siglo XXI en Venezuela, como alternativa al capitalismo; convertir a Venezuela
en un país potencia en lo social, lo económico y lo político y preservar la
independencia nacional.
Entre los
objetivos específicos podemos hacer énfasis en el objetivo nacional 1.3 el cual
garantiza el manejo soberano del ingreso nacional, a través de una serie de metas
o designios vinculados al sistema financiero, fiscal y tributario además de impulsar, fortalecer y
promover diferentes proyectos con el mismo fin.
Sin
embargo este plan es utópico o demasiado optimista en relación a la realidad de
la aplicación de estos objetivos, como los mecanismos eficaces para la
recaudación de la renta excedentaria por incrementos extraordinarios y
exorbitantes de los precios internacionales de los hidrocarburos al no
tener en cuenta ciertas variables y
factores que han afectado el correcto cumplimiento de este plan, otro aspecto
importante es la ejecución, control y evaluación de estos objetivos, al no
darse un efectivo y eficiente aporte a lo que sería el desarrollo de la nación.
No podemos dejar de lado el hecho de que se pretende de cierta manera construir
un sistema financiero poco usual pero a su vez queriendo profundizar y
fortalecer muchas alianzas estratégicas que se han dado en los últimos años
como es el caso de la OPEP, EL ALBA y MERCOSUR.
Más
allá de esta propuesta histórica, el objetivo estratégico es desarrollar el
poderío político, aprovechando las posibilidades que ofrecen nuestros recursos.
Del mismo modo, se propone ampliar el poderío militar para la defensa de
nuestra patria, fortaleciendo la industria militar venezolana y profundizando la
nueva doctrina militar bolivariana y el desarrollo geopolítico nacional.
De
manera general el plan lleva una secuencia lógica, pero va más allá de un plan,
es una especie de dogma y libreto el cual pretende implementarse con una serie
de ideales políticos para la intervención de la población.
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